El acoso psicológico atenta contra la dignidad e integridad moral de la persona. Conculca los Derechos de Persona, que ampara, por ejemplo, la Constitución española de 1978. Se denomina también acoso psicológico porque siempre conlleva maltrato psicológico y abuso emocional.
El acoso psicológico, desgraciadamente, es un fenómeno que puede ocurrir en las relaciones de pareja, pero también entre amigos, familiares o en el trabajo o la escuela. El acosador psicológico actúa de acuerdo con sus intereses, y suele particularizar, incomodar y provoca miedo a su víctima.